Iniciamos el viaje en barco desde el pueblo de Abraão hasta el lugar de buceo.
Buceamos con cilindro y traje de neopreno durante casi una hora, en el agua pronto nos encontramos con un vibrante mundo submarino. La visibilidad es generalmente excelente, lo que le permite explorar los arrecifes de coral y las formaciones rocosas con facilidad.
 Al descender hasta los 20 metros, es imposible no quedar encantado por la rica biodiversidad. Encontramos peces de colores, como loro y pez ángel, también hay bancos de sardinas y se pueden encontrar tortugas y caballitos de mar, e incluso pequeños tiburones que patrullan las aguas, pulpos, calamares, estrellas de mar, entre otros. Los arrecifes están adornados con corales y anémonas brillantes, creando un ambiente mágico y surrealista.